Bajo
un cielo de pésame, opinas que es injusto. Me gustaría no
comprenderte. Y crees que lloverá muy pronto. Pero me dejé el
paraguas olvidado en tu casa. Así que doy un sorbo a mi cerveza de
posibilidades. Huele a tormenta. Sabe amarga. Como si todas nuestras
opciones hubiesen caducado con el último trueno. “No consigo ver
la playa”, yo tampoco. Otro relámpago fotografía tu belleza.
Cuando nos volvamos a encontrar, hará mejor tiempo. Aunque a mí ya me
habrá partido en dos el próximo rayo. Justicia divina.
sábado, 18 de abril de 2015
Justicia divina
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