Nico
no quiere ser campeón del mundo. O quizás, ahora que por fin se ha
quitado el mono, quiera serlo para siempre. Porque siempre quiso ser
como Keke. Padre e hijo, saga de campeones del mundo. Y la pequeña
Alaïa que ya da sus primeros pasos por casa Rosberg. Pronto
correrá.