Arriba se ha mudado abajo. Es tu insomnio el que no me deja dormir. Desde la almohada lo
vivido se convierte en soñado. Y empapado hago guardia frente a tu casa. Como
manecillas de reloj, doy vueltas. Pares de ojos silenciosos espían tras las
ventanas. Sal y protégeme de la crecida de las aguas. Pon del revés tu
paraguas, escapemos de esta lluvia de mierda que cae del suelo.