Acaso
por no darle más vueltas, apuntaré que esta noche me apena
una pena hueca, imaginaria, algo ideal. Si no pienso en ella, se
va. Por eso, ya conecto el televisor, pongo a los Rolling Stones bien
alto, barro todo el piso, llamo y dejo que me llamen por teléfono,
corro a encender un hornillo, preparo y tomo sopa, bebo una cerveza,
luego otra, más la penúltima, mientras veo aburrido otro aburrido programa y escribo estas líneas, las borro, reescribo, paso página,
abro un libro, leo el comienzo de un sueño, pero me desvelo y ahora
cuento ovejas, todo un rebaño salta sobre el puente de mi nariz, los
párpados que al fin se vencen, la cabeza se vacía, sin ti hueca.