jueves, 16 de febrero de 2017

La vida en las ventanas

En mi habitación hay una ventana que da a ningún sitio. Es una ventana invisible, casi no existe, está tapiada. Sin embargo, siempre me descubro mirándola aterrado, igual que si temiese (ver) algo, aunque no imagino qué. Porque son sólo ladrillos. Quince filas enteras, separando este lado del otro. Y cuando, como ahora, oigo voces detrás de la ventana, yo jamás miro.