jueves, 24 de febrero de 2022

Lavado de cara

“Poderoso, diferente, fresco”. La elección de adjetivos no es mía, sino de la tapa del detergente con el que desde hace meses lavo la ropa. “Poderoso, diferente, fresco”, vuelvo a leer. Quién no quisiera ser un poco (o todo) así. Por eso, yo siempre lo uso de champú en la ducha e incluso bebo al día varios vasos de este milagroso jabón. Y, aunque no lo creas, me siento mejor. Limpio por fuera y por dentro. No sé, es increíble, de un tiempo a esta parte noto en mí un vigor y desparpajo hasta ahora impensables. Tan bien me sentía hoy que he cogido el teléfono para marcar tu número aún inolvidable y contarte que por fin soy otro. Sin embargo, también tú dices haber cambiado de detergente. Un nuevo quitamanchas que proclama en su envase: “Mucho más poderoso, diferente y fresco”.