sábado, 19 de mayo de 2018

Algunas noches de insomnio


Las camas de Estrecho crujen abarrotadas de ideas despiertas: y si cambio de trabajo, de casa, dejo mi vida, viajo lejos, muy lejos, empiezo de nuevo en otro lugar, con otro nombre, como otra persona... Pero son realmente pocos los atrevidos que se atreven, vistiendo de hecho al pensamiento, a dar ese pasito de calcetín blanco necesario para escapar de las sábanas, justo antes de empacar un equipaje fugaz y hacerse a la noche que afuera espera. Desde mi ventana alargada como un bostezo, insomne les veo perderse en el laberinto de calles que dibujan Madrid. Y apenas dejan rastro tras doblar la esquina. Tan solo sueños que me gustaría soñar algunas noches de insomnio.