miércoles, 2 de abril de 2014

Sombras



Cuando me hables y tu voz suene a desconocida, cuando me mires y no te reconozca, cuando tengas que recordarme las cosas que ya olvidé, y también cuando te presentes ante mí cada nueva mañana y debas repetirme tu nombre y el mío, y entonces sepas que la vida que viví contigo y fui difuminando hasta volverla sueño ahora se ha convertido en el apagado destello de la última estrella fugaz, aun en ese momento, cuando el tiempo se derrame sobre nosotros, seguirás siendo tú y bastará con eso.